Bienestar y comunicación en tiempos de aislamiento social. ¿Cómo cuidarnos y cuidar la salud mental en tiempos de aislamiento social?

Bienestar y comunicación en tiempos de aislamiento social. ¿Cómo cuidarnos y cuidar la salud mental en tiempos de aislamiento social?

 

María Elena Garassini

 

La Psicología Positiva liderizada por Martin Seligman y la Comunicación No Violenta (CMV) propuesta por Marshall Rosenberg son dos marcos conceptuales de especial relevancia en la actualidad, pues hay un énfasis en el cuidado de la salud durante el tiempo de aislamiento social frente a la pandemia del coronavirus. En psicología, este enfoque tiene su centro en el cuidado y potenciación del bienestar de las personas y sus relaciones, ya sean momentos favorables o complejos, en los cuales se deben generar nuevas rutinas y formas de relacionarse los unos con los otros.

En los múltiples procesos de formación y atención individual y grupal siempre resalta el aspecto relacional como el factor principal para incrementar o no el bienestar en las personas. La forma en que nos comunicamos nosotros mismos y con los demás determina la forma en la que los evaluamos y nos relacionamos.

La Psicología Positiva, como modelo del Bienestar, el cual presenta cinco elementos (Emociones Positivas, Compromiso, Relaciones Interpersonales, Significado y Logros) y un eje transversal (las Fortalezas), puede ser de gran utilidad para el desarrollo de relaciones saludables a nivel individual y con los demás durante el aislamiento social. Según su fundador, el Dr. Martín Seligman, el modelo del Bienestar de la Psicología Positiva brinda un marco de referencia donde el individuo y su potenciación personal, sumado a su capacidad de relacionarse con los otros, marcan su desarrollo humano. En palabras de otro de sus fundadores, Christopher Peterson, en el desarrollo humano, “¡los otros importan!” Es decir, me potencio yo y desde allí me relaciono y contribuyo con los demás cuidándonos a ambos en la relación.

Por otra parte, la propuesta de Comunicación No violenta de Marshall Rosemberg nos provee de un modelo para analizar los actos comunicativos donde profundizamos en la observación de los eventos que están perturbando nuestro bienestar, cómo nos sentimos con base en lo que observamos, las necesidades que dan origen a nuestros sentimientos y las acciones concretas que pedimos a los otros para enriquecer nuestra vida. Uno de los aspectos más interesantes del modelo es que este mismo análisis lo debemos hacer con la persona que es nuestro interlocutor, con quien vamos a solicitar una petición concreta, y a nosotros mismos, para así considerar ambas perspectivas y promover el bienestar de ambos. Es decir, cuando nos comunicamos debemos considerar nuestro punto de vista, pero el de los demás también importa.

Considerando los aportes de la Psicología Positiva y la Comunicación no violenta, ¿cómo promover nuestro bienestar y la capacidad de comunicarnos durante el aislamiento social?

Como primer aspecto general ante esta contingencia mundial del coronavirus es muy importante considerar las diferencias individuales en cuanto a la personalidad y recursos de cada persona, así como la realidad de convivencia en la cual cada uno está cumpliendo con el aislamiento social. 

En referencia a las circunstancias de convivencia encontramos personas solas de diferentes edades, jóvenes, adultos, adultos mayores; parejas solas en diferentes tiempos de convivencia; familias nucleares con hijos bebés, niños o adolescentes, jóvenes o adultos; familias extendidas de diferentes conformaciones viviendo juntos, así como personas que viven juntas como compañeros de habitación o de residencia de manera permanente o temporal; hasta personas institucionalizadas que viven juntas por presentar una característica común: niños huérfanos, adultos mayores en asilos, personas privadas de libertad, etc.

Para cada realidad de convivencia durante el aislamiento social, combinado como se señaló con la personalidad según el psicólogo Catell, puede analizarse en cada persona según cinco dimensiones (intraversión-extraversión, apertura-cierre, responsabilidad-irresponsabilidad, amabilidad-desafío, estabilidad emocional-inestabilidad emocional ) y los recursos personales de cada uno (hábitos saludables, redes de apoyo, estabilidad económica, nivel de instrucción y acceso y manejo de las TICs, entre otros), los retos pueden ser diferentes.

Partiendo de todas las permutaciones que nos ofrecen las personas y sus circunstancias es posible señalar, en líneas generales, que para manejar la ansiedad que nos producen los cambios y la incertidumbre del aislamiento social, la invitación es a ser proactivos buscando explicaciones claras y sin exceso a la realidad sobre la pandemia del coronavirus y las resoluciones del gobierno nacional y local en que nos encontramos, establecernos y cumplir una rutina que considere las necesidades de la persona en soledad o de las diferentes personas que están conviviendo en un mismo espacio , anticipar escenarios y hacer un inventario de actividades, recursos personales y redes de apoyo de otras personas que puedan apoyar de diferentes maneras, y  la negociación de los espacios individuales y grupales para la convivencia permanente durante la cuarentena.

Como aporte particular de la Psicología Positiva considerando cada uno de los elementos del Bienestar, podemos sugerir lo siguiente:

1. Identifique su perfil de Fortalezas del carácter haciendo el cuestionario VIA de Fortalezas del carácter de acceso gratuito en la página web www.authentuichappiness.org. Tener cada una de las personas, se encuentren solas, en parejas o en grupos, información sobre sus fortalezas más desarrolladas y reflexionar y consultar con otros sobre cómo las pueden utilizar para su beneficio y el de los demás, lo que resultaría de gran utilidad en estos momentos.

2. Lleve un registro diario de Emociones Positivas para que pueda analizar cuáles son las que aparecen con más frecuencia y que tipos de actividades estaba haciendo, para así poder reproducir esos momentos para que sucedan con mayor frecuencia. Según la autora Bárbara Fredrickson estás son las 10 emociones positivas que le pueden servir para hacer sus registros: alegría, gratitud, serenidad, interés, orgullo, esperanza, diversión, inspiración, admiración y amor.

3. Identifique y practique actividades que le produzcan Experiencias óptimas, siendo fácil estar concentrado en ellas porque lo retan y usted tiene habilidades para realizarlas. Se ha comprobado que las experiencias óptimas son fuentes personales de bienestar y pueden ser muy variadas según cada persona: lectura, cocina, actividad física, manualidades, conversaciones, juegos, estudio, etc. Negocie con las personas que convive la posibilidad de que cada uno pueda realizar periódicamente sus experiencias óptimas.

4. Cuide las Relaciones Interpersonales como el factor principal de éxito durante la convivencia en aislamiento social. Procure tener relaciones sanas caracterizadas por el respeto mutuo de las necesidades individuales y la negociación de las necesidades grupales durante la convivencia.

5. Busque un espacio para ayudar a otros desde sus fortalezas, habilidades y recursos personales, esto le permitirá darle Sentido a su vida desde la contribución. En este momento hay muchas personas con necesidades de compañía y abastecimiento de insumos diversos debido al aislamiento, asista a una persona que necesite comunicación periódica por medio de la virtualidad, y según sus recursos proponga o apoye alguna iniciativa para proveer a alguna persona o grupo.

6. Proyecte un logro personal para estos días de cuarentena y sienta orgullo de usted mismo. Escoja un reto que pueda realizar con pequeños logros diarios (realice un curso virtual, una rutina de ejercicios, lea un libro, inicie el aprendizaje de un idioma). Sentirse competente siendo capaz de lograr metas gracias a la perseverancia de alcanzar metas pequeñas concatenadas, es una fuente importante de bienestar.

Finalmente recomendamos el uso del Modelo de la comunicación no violenta (observación, sentimiento, necesidad y petición) cuando surja alguna diferencia con alguna de las personas que está conviviendo. La propuesta consiste en Observar y concretar cuál es la acción de la persona que perturba su bienestar (lo que dice, lo que hace, lo que no cumple, etc.), cuáles son los Sentimientos que surgen cuando esta acción sucede (miedo, rabia, cansancio, aburrimiento, etc.), cuáles son las Necesidades que usted siente vulneradas cuando la acción ocurre (interdependencia, verdad, paz, significado, autonomía, diversión, etc.) y cuál sería la Petición que le haría (que debe ser en forma de pregunta negociable con la otra persona y que considere las realidades de ambos). Propiciar una conversación con la otra persona en un momento en que ambas tengan disposición de escucharse, y tratar de conversar con la otra persona explicándole la acción particular; por ejemplo, el alto tono de voz cuando pide algo, (y no toda su actuación) es lo que puede estar generando malestar, lo que siente cuando la realiza; por ejemplo, molestia; la necesidad que está vulnerada (interdependencia al no sentirse respetado) y hacerle una petición ¿sería posible que cuando quieras hacerme una petición estuviéramos ambos sentados para escucharnos sin subir el volumen, se te ocurre que pudiéramos buscar un momento del día para conversar sobre lo que nos cuesta, o que lo escribamos previamente, tú que sugieres?. Preparar previamente las conversaciones con las personas que tenemos diferencias resulta de gran utilidad para propiciar una negociación que considere las necesidades de ambos.

La profundización en los marcos conceptuales de la Psicología Positiva y la Comunicación no violenta pueden ser muy útiles para desarrollar autoconocimiento y para optimizar nuestra convivencia en tiempos de coronavirus y a lo largo de toda la vida.